Tu lado oscuro es probablemente mucho más oscuro que el del resto de los signos, ESCORPIO. Es difícil ver hasta qué punto de retorcido y vengativo puedes llegar a ser porque siempre tendrás algo escondido bajo la manga, que utilizarás probablemente, y nos volverá a dejar sorprendidos. Otra vez.
Estás loco por el poder, aunque no te hayas dado cuenta todavía; eres intenso y despiadado y los demás signos del Zodiaco saben de sobra que nadie se mete contigo. Tu reputación es pesada, la gente sabe que contigo no se puede sobrepasar la línea que tú, previamente has marcado, por supuesto.
Puedes llegar a ser la persona más fría, calculadora y maquiavélica de la faz de la tierra. Tus venganzas siempre se sirven en platos fríos y las disfrutas como el que más. Cuando alguien ha hecho algo que no debería de haber hecho, lo único que haces es mirarlo de forma amenazante, y sólo se encogen y agachan la cabeza. Tienes poder, pero buscas más.
Nada te detiene para conseguir lo que deseas, es así, aunque tuvieras que destruir a la humanidad para ello. No eres débil, para nada y el corazón se te congela en muchas ocasiones.
Sabes manipular, muy bien, tú lo llamas “jugar con la mente”. Y si, eres un experto en eso. Siempre ganas. No ofreces segundas oportunidades, si en algún momento te decepcionan, evitas cualquier contacto.
El poder es tu vida y ¿cómo conseguir ese poder? Hay varias opciones, pero tu favorita: el sexo. Eres el sexo sobre ruedas del Zodiaco. Una noche contigo no se olvida nunca y tú sabes perfectamente cómo utilizarlo. Una vez que han caído en tus garras estarán tan ciegos que podrás hacer lo que quieras con ellos. Y lo sabes. A partir de ahí, si quieres que trabajen para ti, lo harán.
A un Escorpio se le admira, el magnetismo que desprendes es aterrador, atraes lo que quieras hacia ti. Eres capaz de hacer un imperio y destruirlo para demostrar que tú eres el que decides, aunque aparentemente pierdas.
Tus celos son legendarios, no soportas la traición ni la infidelidad, porque eso supone perder, y ese, no es tu lugar. Desconfías de los demás porque sabes hasta que punto pueden ser crueles (como tú) pero a veces, también te engañan, y ahí, estás perdido, darás todo a cambio de nada, y cuando te des cuenta de la estrategia te costará volver a levantarte más que al resto. Pero te levantarás.