Esta es una maravillosa historia de amor de un PADRE hacia su HIJO, que lastimosamente falleció. Esta reflexión es un texto muy alentador y sobretodo motivador para todas aquellas personas que tienen un hijo.
Después de esta breve introducción, les invitamos a leerlo y posteriormente meditar sobre esta historia.
"Cuentan que había una vez un señor que padecía lo peor que le puede pasar a un ser humano: su hijo había muerto.
Desde su muerte y durante años, no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.
Un día, cuenta el cuento, se le aparece un ángel en su sueño, que le dice:
¡Basta ya de llorar! "Es que no puedo soportar la idea de no verlo nunca más"-
Le respondió el hombre.
El ángel le dice: -¿Quieres verlo?
Y al confirmarle que sí, lo toma de la mano y lo sube al cielo. -Ahora lo vas a ver, quédate acá.
A una orden suya, por una enorme acera empiezan a pasar un montón de niños vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos, como uno se imagina el cielo con los angelitos.
El hombre dice: -¿Quiénes son?
Y el ángel le responde: son los niños que han muerto en estos años, y todos los días hacen este paseo con nosotros, porque son puros. ¿Mi hijo está entre ellos? -Preguntó el hombre.
Sí, ahora lo vas a ver – le contestó, mientras pasaban cientos y cientos de niños.
Ahí viene- avisa el ángel, y el hombre lo ve, radiante como lo recordaba. Pero de pronto, algo lo conmueve: entre todos, es el único chico que tiene la vela apagada. Siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo. En ese momento, el chico lo ve, viene corriendo y se abraza a él.
El lo abraza con fuerza, y le dice: -Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz? ¿por qué no encienden tu vela como a los demás? Y su hijo le responde:
-Papá, sí encienden mi vela cada mañana, igual que la de todos nosotros, pero..., ¿sabes qué pasa? cada noche tus lágrimas apagan la mía"!!
El hombre abrazó a su hijo con todo el amor y ternura que su corazón y alma podían dar, se despidieron y el hombre fue regresado por el ángel a la tierra.
Había comprendido que si bien las lágrimas son el consuelo del alma, cuando estas se derraman sin cesar se convierten en gotas de dolor y sufrimiento,
Aprendamos a sobrellevar la pena más dura, mas amarga y más dramática. Recordemos que el creador es el refugio y el consuelo a nuestras penas.
Si has perdido a un ser querido puedes
llorar con lágrimas que brotan del corazón