viernes, 24 de octubre de 2014

El Agua Mágica!

En una aldea vivían un anciano y su anciana mujer. 
Todo el día vivían discutiendo y gritándose el uno al otro: si el anciano decía una palabra, la mujer decía cinco-si el anciano le contestaba con diez, ella con quince. Todo con enojo, gritos, amenazas, sin acordarse a veces el porque de la discusión.

Porque peleamos?-preguntaba de repente el anciano, 
Porque?- por tu culpa!, contestaba la anciana.
No- por la tuya, le respondía el anciano.
Y nuevamente la discusión, el enojo, los gritos. Día a día, año a año.

Un día, se cansaron los vecinos de tantos gritos y se dirigieron a la anciana:
-Escuchamos que en lo alto de la montaña,no lejos de aquí, vive un hombre sabio, que tiene en su poder "agua bendita y mágica" que logra curar a la gente de todo tipo de situaciones, a lo mejor puede lograr ayudarlos y poder de esta manera dejar ustedes de gritar y discutir.

Escucho la anciana, las palabras de las vecinas, y se dirigió sola a la montaña a encontrar al hombre sabio.
-"Como puedo ayudarla?-pregunto el anciano.
Le contó la anciana con lagrimas en los ojos, cual era su problema con su esposo.
Escucho el anciano sabio, y se dirigió a su casa, regresando al momento con una botella llena de agua.Dijo unas cuantas palabras mágicas, se la entrego a la anciana y le dijo:
-Toma esta botella de agua, simpática anciana, y cuando comience su esposo a pelear, discutir,maldecir, etc... toma unas gotas de esta botella, y mantiene el agua en tu boca. No la escupas ni la tragues hasta que tu esposo se calme.Hace así cada vez que comience la discusión, si lo haces, ellas llegaran a su fin y dejaran de discutir y pelear.
-Gracias!!-le dijo la anciana, y regreso a su casa con la botella de agua mágica.

Cuando la escucho su esposo entrar, comenzó con sus gritos:"donde estuviste?, porque no esta lista la comida!!"
La anciana, sin contestarle, tomo un poco del agua y la mantuvo en su boca.Mientras el anciano seguía gritando y discutiendo.Y ella callo.
Vio el anciano que ella no le contestaba, y también callo.
La anciana preparo la comida mientras susurraba una alegre melodía.
Después de una hora, nuevamente empezó el anciano a discutirle, "Mira la casa!, sucia y desarreglada!".
La mujer se sintió ofendida y quiso responderle, pero en vez de ello, tomo un poco del agua de la botella, y callo.
Vio el anciano que ella no le respondía, y también callo.
Y así ocurrió una y otra vez.Cada vez que el comenzaba a discutir, ella tomaba del agua y esperaba que el se tranquilice.Y cuando ella tenia ganas de discutir o gritar, tomaba del agua hasta calmarse.

Con el tiempo, dejaron los ancianos de discutir, pelear y gritar.Y aprendieron a vivir con una gran tranquilidad.
Ella le contó sobre el agua mágica y juntos decidieron subir a la montaña a agradecer al hombre sabio, por el agua mágica que cambio sus vidas.
"No agua bendita o mágica les he dado, sino simple agua, la acción de controlarse es la que les enseño a vivir sin peleas y gritos, dándose tiempo antes de responder, pensando que y como decir las cosas"
Se miraron la anciana y su anciano esposo.
y sonrieron. Y así continuaron su vida juntos, con la importante enseñanza.