Pido amorosamente a la Gran Fuerza Invisible y poderosa del Espíritu Santo que limpie toda impureza u obstrucción que haya en mi cuerpo y en mi mente; que me restaure en perfecta salud.
Le pido esto con toda la honradez y la sinceridad de mi alma con Dios, y cumpla yo mi parte.
Pido a esta Gran Fuerza Invisible del Espíritu Santo que me ayude a restaurar mi salud, así como también la de aquellos presentes y ausentes que necesitaren estar en perfecta salud. Pongo toda mi confianza en el Amor, en el Poder y en la Sabiduría de Dios.
Soy uno con la vida perfecta y armonía de Dios; soy uno con la sustancia y la Inteligencia Divina. Dios es mi fuerza, mi sol y mi vida.
Yo tengo fe en el poder sanativo del Espíritu Santo por el cual mi mente y mi cuerpo ahora están restableciéndose. Dios es Salud, enfermarme no puedo. Yo Soy sano, puro, perfecto y saludable, por el Poder Divino. Dios me bendice ahora. Yo soy la vida radiante de Dios.
Así sea y será.