Como signo de fuego, al padre Leo le gusta llevar el timón de su casa. Cariñoso y protector con los suyos, quiere dar a sus hijos todos los caprichos, pero… ¡cuidado si se siente ninguneado!
Leal y protector, al padre Leo le gusta que se note su presencia, por lo que suele ser el centro emocional de la familia. Necesitan que sus hijos les reconozcan la autoridad y les respeten.
Este signo del horóscopo es transparente en la expresión de sus emociones, así que sus hijos sabrán siempre cuándo está feliz y tranquilo y cuándo está triste o enfadado.
El optimismo y la valentía del hombre Leo resultarán inspiradores para sus hijos. Los niños verán en él un modelo a seguir, alguien a quien admirar, con toda esa confianza en sí mismo.
Los padres Leo saben ser espléndidos y se mueven con comodidad en el exceso: cuando están de buenas, les encanta hacer regalos a los niños o colmarles de caprichos, se lo puedan permitir o no.
Pero ese panorama radiante puede encapotarse si se sienten despreciados o infravalorados. Para un Leo, es importante que le agradezcan sus esfuerzos. Cuando eso no sucede, su lado inseguro y orgulloso aflora y pueden reaccionar con muy mal genio, aunque se les pasa en cuanto vuelven a sentir lo importantes que son para los suyos.