El alegre géminis es poco dado a enfadarse por su forma distendida de tomarse los enfrentamientos. De hecho, cuando hay una pelea cerca, es muy bueno que por allí esté géminis y su habilidad diplomática para conciliar posturas.
Sin embargo, también hay algunas ocasiones en las que pierde la calma. Cuando esto sucede, grita y grita, sin que nadie lo pare.
Incluso en estas ocasiones extremas no pierde su capacidad para argumentar y, como le hayan hecho daño, será muy hiriente con sus palabras.